Collado Villalba es una ciudad que ronda los 65.000 habitantes, con un
porcentaje de población joven superior a la media de la Comunidad de Madrid y
de España. Igualmente, nuestros mayores son escasos si comparamos nuestra media
con la de Madrid y España; ésto quiere decir que Collado Villalba es una ciudad
joven, que goza de buena salud, lo que le confiere una serie de fortalezas que
otros municipios de nuestro entorno no poseen.
Ahora bien, que tengamos la materia prima no quiere decir que estemos
recogiendo sus frutos como debiéramos: gozamos de unas potencialidades que
otras ciudades de nuestro entorno no poseen, pero a la vista de todos está que
no las estamos aprovechando. Un buen ejemplo de ello podrían ser los escasos
hermanamientos con los que contamos, tan escasos que solo tenemos uno, y encima
lo tenemos desde 1991.
Los hermanamientos pueden parecer una soberana tontería y una pérdida de
tiempo que solo sirven para poner nombre a un parque o una plaza. Pero esta
visión de los hermanamientos es tremendamente pobre: los hermanamientos tienen
una función de intercambio cultural que no se puede conseguir de otra manera.
Ayudan a fomentar los intercambios de nosotros, los jóvenes villalbinos, con
los de otra parte del mundo; aprendes de otras lenguas, otras culturas, abres
tu mente a nuevas costumbres, o ves cosas que no verías de otra manera hasta
que tienes unos años más y puedes permitirte viajar al extranjero. Pero el
problema de esos años de más es que nuestra mentalidad ya no es tan maleable y
nos hemos llenado de prejuicios.
Los hermanamientos y los intercambios ayudan a derribar barreras, ayudan a
ver nuestra realidad cotidiana con perspectiva, desde otro punto de vista: y es
que la mejor forma de apreciar lo que tenemos es precisamente comparándolo con
lo que sucede en el exterior. Nuestras carencias y nuestras fortalezas se
abrirán ante nuestros ojos como si hasta entonces hubiéramos vivido en un mundo
mucho más pequeño y uniforme de lo que en realidad es.
Los colegios e institutos villalbinos llevan ya desde hace tiempo
promoviendo este tipo de intercambios y los resultados son muy buenos: nuestra
ciudad es visitada por jóvenes europeos, y nuestros chicos y chicas ponen en
práctica sus conocimientos en otras lenguas. Y éste es un problema muy típico
entre el españolito medio: tenemos la suerte o la desgracia (según se quiera
ver) de hablar el castellano, una lengua muy potente y con la que podemos ir a
casi cualquier parte del mundo siendo entendidos. ¿El problema? podemos tender
a volvernos ignorantes y tímidos a la hora de hablar nuevos idiomas.
En definitiva, los hermanamientos son programas baratos que vienen
acompañados de actividades culturales como los intercambios, y que enriquecen
culturalmente a nuestra ciudad. Sin duda alguna, son programas que nuestros
representantes políticos deben promover si queremos avanzar hacia una sociedad
más tolerante y rica (culturalmente hablando) que den la oportunidad a los
villalbinos de expandir sus horizontes y pensar más desde una perspectiva
humana y cultural, y menos económica.
Publicado originalmente en Onda Cero Sierra.